Finanzas Bíblicas

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Mateo 6:21 "Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón." Jesucristo

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Nada puede bloquear la META FINAL- "la Vida Eterna"


Finanzas Bíblicas

Nada puede bloquear  la META FINAL- "la Vida Eterna"
"La vida eterna (la Nueva Canaán) que CRISTO ya ganó NO pueden ser eclipsada por los bienes, negocios, dinero, sueños, etc. o cualquier otra cosa que DIOS nos provea en esta tierra"

 

El relato bíblico acerca de la petición de los lideres de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés (el hijo de José) de dejarlas heredad antes de pasar el río Jordán, nos enseña:


1) Que nuestras palabras, sueños y propósitos pueden desanimar a otros. Debemos ponerlos en manos de DIOS y Él nos dirá si debemos continuar con esos planes, sueños y propósitos y que no afecten a otros sino más bien los beneficien.


2) Que nuestros compromisos, pactos, y convenios, ya sean con la Iglesia, comerciales, familiares, etc. tienen una gran importancia para DIOS y el mundo. Quebrantarlos voluntariamente trae consecuencias negativas y mal testimonio.


3) Los bienes que DIOS nos otorga son para nuestra provisión diaria, para ayudar a otros y para ayudar a continuar con la obra de DIOS: Si los bienes y propiedades nos esclavizan, debemos revisar si es mejor quedar con lo necesario y no  perdernos  la oportunidad de morar en una tierra nueva que DIOS tiene para quienes lo aman.

 

Dijeron la tribu de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés

 

Números 32
17y nosotros nos armaremos, e iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar; y nuestros niños quedarán en ciudades fortificadas a causa de los moradores del país. 18No volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.


 

 

Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”  Romanos 8:38,39

 

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